viernes, 16 de noviembre de 2007

José Nogales. 100 años

2008, que asoma ya su cabeza saludándonos, traerá en su zurrón un acontecimiento que, a mi juicio, debe celebrarse en Valverde, Huelva y Andalucía con la justicia que merece: el centenario del fallecimiento del periodista y escritor José Nogales (Valverde del Camino, 1860; Madrid, 1908). En ocasiones, las efemérides literarias se presentan inútiles, pero creo que ésta se debe aprovechar para reivindicar una figura que destacó por su valentía e independencia, abriendo el camino a otros que luego vinieron, como su propio sobrino Manuel Chaves Nogales, uno de los más grandes periodistas que ha dado España.

José Nogales (en Valverde lo recuerda un placa en la calle donde nació, Rodrigo Caballero, y el nombre de un colegio) alcanzó la fama nacional por su cuento Las tres cosas del Tío Juan (al que siguieron otros muchos), pero apenas se le conoció por su obra periodística, que creo es la fundamental. En esa labor fue fundador y primer director de El Liberal de Sevilla. Pero fue, sobre todo, uno de los únicos que se atrevió a denunciar los hechos que acaecieron en Riotinto el 4 de febrero de 1888, que pasó a la historia como El año de los tiros (tan bien contado luego por Juan Cobos Wilkins en El corazón de la tierra). Nogales, con varios artículos en el periódico de Huelva La Coalición Republicana, denunció públicamente la matanza indiscriminada de hombres, mujeres y niños que habían acudido a la plaza del pueblo a protestar contra las teleras, la calcinación de mineral a cielo abierto que provocaba un humo tóxico que arrasaba con todo (pulmones y cosechas).





Por esta valiente denuncia, en la que José Nogales se posicionó manifiestamente en contra de la Compañía y del gobernador Bravo y Joven (que había ordenado de manera cruel que se disolviera la manifestación), el periodista valverdeño sufrió tres juicios, del que salió absuelto sólo en uno, por lo que todos estos hechos acabarían marcando su vida para siempre. Se quedó solo contra la todopoderosa Compañía y contra los poderes políticos. Algo que terminó pagando con años de ostracismo.

Merecería, por tanto, que este 2008 que ya llega sea (al menos en Valverde y en Huelva) el Año José Nogales. Recordar y analizar su obra, tratar de buscar datos nuevos y analizar a fondo su legado son actos de pura justicia.

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