martes, 29 de abril de 2008

Defiéndanos

Manuel Rodríguez, el futuro Defensor del Onubense, tiene trabajo por delante cuando quieran los dioses que tome posesión de su cargo. Podría empezar, por ejemplo, defendiéndonos a los ciudadanos de los políticos que por aquí padecemos, de sus bajezas, de sus miserias y de sus pocas luces. Arturo Pérez-Reverte, en un estado de permanente cabreo comprensible y razonable, lo ha advertido varias veces y vuelve a hacerlo ahora que se luce por ahí con sus chicos del 2 de mayo. «¿En manos de quién estamos?», se pregunta y nos preguntamos todos en muchas, demasiadas ocasiones. Valga como ejemplo el mismo asunto del Defensor del Onubense. Manuel Rodríguez es, probablemente, uno de los cuatro o cinco mejores políticos que haya pasado por el Ayuntamiento de Huelva en su etapa democrática, pero su nombramiento a propuesta del alcalde tiene inmersa a la corporación municipal en un debate absurdo sobre su idoneidad, de la que nadie en sus cabales puede a estas alturas dudar. Las pegas, sin embargo, provienen del PSOE, todavía herido por haber permitido el entonces portavoz de IU que el actual regidor llegara a la Alcaldía en minoría en 1995. Es la excusa perfecta. Aseguran los socialistas que si Perico es alcalde lo es gracias a Manuel Rodríguez, a quien definen con una palabra fuerte, culpable, como si estuviéramos hablando de un delito o de una terrible afrenta. Resulta curiosa esta manera de olvidarse de los onubenses que votaron al PP en aquellas elecciones, que digo yo también serían culpables de la llegada de Pedro Rodríguez al poder. El primer edil –argumentan– le devuelve ahora el favor nombrándole Defensor del Onubense, lo que automáticamente le inhabilita para el puesto. Si tuviéramos que ir recordando lo que hacía cada cual hace 13 años, medio PSOE estaría inhabilitado para sus cargos, pero ese es otro cantar que no le interesa a nadie recordar, en primerísimo lugar a ellos mismos. Es por ello que se han entregado con fruición al insulto como argumento político. La portavoz municipal –voz en grito– llamó «golfo» en el último pleno a su colega del PP, a quien otros compañeros socialistas tildaron ese mismo día de «baranda» (?) y luego de ‘Dobermoro’ en un alarde de originalidad e inteligencia. El asunto éste tan lamentable de la última sesión plenaria no hace sino reforzar la absoluta necesidad del Defensor del Onubense, que debe empezar, ya digo, por defendernos a los ciudadanos de ciertos comportamientos y actitudes de nuestros políticos. A ver si entre todos conseguimos que un día les dé por pensar y no por eructar.

Publicado en El Mundo-Huelva Noticias el 29 de abril de 2008

2 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Pásate por Luz de gas tienes una sorpresa
A ver donde lo pones

Bernardo Romero dijo...

Si abundaran los manolorodríguez y los pericorrodris, está ciudad hace tiempo que habría cambiado, sería mejor de lo que ahora empieza a ser y viviríamos mucho mejor. Los del cabreo deberían recordar que estuvieron un porrón de años apoltronados en el Ayuntamiento y poco se les ha notado el trabajo, que no dudo que trabajaran,pero otra cosa es que el trabajo tuviera fruto, y eso es evidente que no.